El envejecimiento de la piel es un fenómeno inevitable que afecta a todo el rostro, y los labios no son una excepción. Uno de los problemas más comunes en esta área es la aparición de las arrugas peribucales, conocidas coloquialmente como «código de barras». Este fenómeno se debe mayormente a la pérdida de colágeno y elastina, junto con los movimientos repetitivos de los labios. Para quienes buscan evitar procedimientos invasivos, expertos en belleza comparten un método efectivo y sencillo para disminuir estas marcas.
Expertos como Lara González de Byoode y Marta Agustí de Omorovicza enfatizan que la piel alrededor de la boca es particularmente vulnerable por su delgadez y sensibilidad. Cuidar esta área es crucial para reducir la apariencia de arrugas. La solución propuesta consiste en aplicar un contorno de ojos en la zona afectada y sellar con un lip oil, una técnica que promete resultados visibles sin complicaciones.
Raquel González, de Perricone MD, explica los beneficios de esta combinación. Los contornos de ojos están formulados con ingredientes poderosos, como el ácido hialurónico y péptidos, que ofrecen hidratación profunda y estimulan la regeneración celular. Estos componentes son vitales para combatir las arrugas. Por otro lado, el lip oil actúa sellando la hidratación y aporta ingredientes como antioxidantes y más péptidos, que ayudan a suavizar y dar volumen a la piel.
La aplicación es simple: tras extender una pequeña cantidad de contorno de ojos por el contorno de los labios, se aplica el lip oil con suaves toques. Este truco puede integrarse fácilmente en las rutinas diarias de cuidado de la piel, tanto por la mañana como por la noche, proporcionando resultados efectivos sin complicaciones.
Algunos productos destacados para este método incluyen el Golden Eye Dream de Byoode, Eyelift Peptides de Medik8, Gold Eye Lift de Omorovicza, y No Makeup Lip Oil de Perricone MD. Estos productos, accesibles en tiendas en línea y especializadas, ofrecen una opción eficaz para quienes buscan rejuvenecer sus labios y decir adiós al temido «código de barras».
