En España, los tumores digestivos, responsables de más del 25% de los nuevos casos de cáncer anuales, se encuentran en el centro de una preocupante problemática. Un informe reciente advierte que el 61% de las terapias recomendadas por la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) no cuentan con financiación completa en el sistema sanitario español. De los 31 tratamientos identificados, 13 carecen de financiación y 6 presentan restricciones, lo que afecta especialmente al cáncer de hígado, con cinco de las nueve terapias no financiadas.
Este escenario podría perjudicar gravemente la supervivencia y calidad de vida de los pacientes, según advierte la Fundación Alivia. Con tratamientos que incluyen anticuerpos monoclonales y quimioterápicos, cuyo coste puede superar los 9.000 euros al mes, la organización subraya la urgencia de integrar estas soluciones en la sanidad pública para luchar contra las altas tasas de mortalidad.
Carla Galán, representante de Alivia, ha enfatizado la importancia de que las instituciones reconozcan y aborden inmediatamente esta situación para mejorar la atención a los pacientes. Además, la Fundación busca ofrecer información y concienciar sobre la necesidad de financiamiento.
El cáncer de colon sigue siendo el más común entre los tumores digestivos, y aunque la detección temprana mejora las tasas de supervivencia significativamente, el cáncer de páncreas continúa siendo uno de los más mortales debido a su diagnóstico tardío. Por su parte, el cáncer de estómago, aunque disminuido en incidencia, sigue representando un grave peligro.
Un estudio reciente del Journal of Clinical Oncology, que emplea Inteligencia Artificial para predecir la mortalidad por cáncer de estómago, ha identificado un riesgo elevado en varones mayores de 80 años y pacientes hispanos. Estas innovaciones tecnológicas podrían integrarse con datos clínicos en tiempo real, ofreciendo pronósticos personalizados y optimizando tanto la terapia como la asignación de recursos.
El Oncoindex, que mide la disponibilidad de medicamentos oncológicos en Europa, resalta las barreras que enfrentan los pacientes españoles en el acceso a tratamientos de última generación. Con una evaluación de terapias registradas en los últimos 15 años por la EMA, el informe persigue visibilizar estas limitaciones y estimular urgentes soluciones políticas y sanitarias.
