Madrid experimenta una notable transformación en su mercado inmobiliario, marcando un desplazamiento hacia el comprador final. Este cambio se debe en gran parte a la reciente reducción de los tipos de interés. Con el Banco Central Europeo recortando las tasas hasta el 2,25% en abril de 2025, la accesibilidad financiera ha mejorado, abaratando las hipotecas y facilitando que más particulares accedan a préstamos.
Los datos de Cohispania indican que el esfuerzo financiero para adquirir una vivienda se ha reducido al 36,1% del salario en 2024, comparado con el 38,9% del año anterior. Asimismo, el tiempo necesario para saldar una hipoteca ha disminuido a 7,1 años. Estas mejoras han revitalizado la compra de vivienda habitual, desplazando en parte el protagonismo de los grandes promotores.
Rafael Santana, Director de K&N Elite Madrid, subraya que el mercado ahora se inclina hacia los compradores finales, quienes aprovechan la oportunidad de asegurar hipotecas a costos reducidos antes de posibles ajustes futuros.
El incremento del comprador particular está redefiniendo el mercado, donde previamente dominaban las operaciones de inversión de grandes promotores. Este cambio se ve reflejado en el precio medio de la vivienda en Madrid, alcanzando los 2.974 euros por metro cuadrado a finales de 2023, un aumento del 7,1% interanual.
Las perspectivas son claras: mientras se espera una moderación en el incremento de precios, las compras seguirán siendo impulsadas por particulares. A su vez, el mercado de alquiler podría experimentar aumentos de hasta el 7%, incrementando el atractivo de las adquisiciones en propiedad.
Madrid se consolida así como un mercado inmobiliario dinámico en Europa, sustentado por condiciones financieras favorables y una demanda residential activa.