La Familia Suárez Stuyck Toma las Riendas de Dulce Tentación, la Icónica Chocolatera desde 1926

Belén Garmendiaz

La histórica chocolatera Dulce Tentación, conocida por su producción artesanal de bombones, ha iniciado una nueva era después de más de un siglo de trayectoria. Con sus raíces en 1926, esta empresa fundada por Evaristo Puebla se ha destacado como un referente en la elaboración de chocolates artesanales, proveyendo a hoteles y pastelerías de toda España. Ahora, la familia Suárez Stuyck asume el control, marcando el comienzo de un ambicioso plan de modernización sin perder su esencia tradicional.

La adquisición por parte de la familia Suárez Stuyck cierra un proceso de búsqueda de relevo que garantice la continuidad de la marca. El principal desafío es actualizar las instalaciones al tiempo que se preserva el sello artesanal que ha caracterizado a la empresa durante generaciones. Fuentes cercanas aseguran que «lo esencial no se toca: seguir haciendo bombones como se han hecho siempre».

Desde su fundación en los años veinte, Dulce Tentación ha cosechado prestigio gracias a la calidad del cacao y sus recetas clásicas. Entre sus productos más reconocidos se encuentra la «Leña Vieja», un bombón de aspecto rústico que encanta a su fiel clientela. La producción ha permanecido en un formato casi familiar, consolidándose como un nombre indispensable en el ámbito de la alta hostelería.

El plan inmediato incluye modernizar las instalaciones y reforzar el equipo, mientras se continúa satisfaciendo las demandas del canal profesional. A mediano plazo, la visión se amplía con la apertura de tiendas propias en las principales calles comerciales de España, comenzando en 2027 con un local en Madrid. Este paso será clave para acercar directamente al consumidor una marca que ha estado más presente en hoteles y confiterías que en la venta directa.

A pesar de un mercado dominado por grandes multinacionales del chocolate, Dulce Tentación apuesta por mantener su esencia: elaboración artesanal y materias primas de alta calidad. Expertos del sector afirman que «hay un público que busca precisamente eso, autenticidad y oficio».

Con este relevo, la firma se une a un exclusivo grupo de chocolaterías centenarias que han logrado mantener su legado fuera de la familia fundadora. El reto para Dulce Tentación será equilibrar su rica tradición artesanal mientras aumenta su presencia en un mercado cada vez más competitivo, buscando conquistar no solo a los profesionales, sino también el corazón de los consumidores finales.

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