Una revolución silenciosa está ocurriendo en el sector de la hostelería en España gracias a FoodCoin, una startup fintech que ha encontrado una manera innovadora y eficiente de conectar a los establecimientos de comida y bebida con sus clientes sin necesidad de complejas integraciones tecnológicas.
Hasta el momento, más de 11.000 bares y restaurantes han adoptado esta solución, permitiendo que más de 40.000 comidas sean pagadas con la tarjeta VISA FoodCoin. Lo notable es que este cambio se ha logrado sin necesidad de capacitación adicional o permisos especiales.
El sistema es simple: los clientes usan una tarjeta VISA de FoodCoin, que pueden recargar rápidamente a través de una app, y a cambio reciben un 3% de cashback en euros. Este dinero puede ser reutilizado en cualquier lugar, pero el verdadero atractivo radica en la habilidad de los establecimientos para activar su propio sistema de fidelización rápidamente y con un costo accesible.
Ricardo Marín, el CEO y fundador de FoodCoin, describe la simplicidad del sistema: sin necesidad de integrarlo con los TPV de los establecimientos, simplemente se aceptan pagos con la tarjeta. Los establecimientos pueden crear su propia moneda personalizada, como “KFCcoins”, y establecer el porcentaje de devolución a los clientes. Todo esto en apenas tres minutos.
La apertura de la fase comercial permite que cualquier bar o restaurante se una al sistema por una tarifa mensual que va de 30 a 50 euros. Estos establecimientos son destacados en la aplicación de FoodCoin, ofreciendo un atractivo cashback adicional. Por ejemplo, al realizar compras en KFC, los clientes podrían obtener un 10% de devolución en KFCcoins, utilizables únicamente en el mismo establecimiento.
Si el cliente decide no volver, tiene la opción de convertir esas monedas en “foodcoins universales”, utilizables en cualquier otro restaurante del país. El restaurante original recupera automáticamente el 50% del importe, manteniendo la relación de fidelización.
Con esta propuesta, FoodCoin incentiva visitas recurrentes y aumenta la retención de clientes, permitiendo a los hosteleros diseñar y controlar sus estrategias de fidelización sin complicadas adaptaciones tecnológicas. Todo el proceso se gestiona desde una única aplicación, simplificando al máximo la operación para los establecimientos.
