La vitamina C continúa siendo un pilar fundamental en el ámbito de la dermocosmética, aunque su eficacia depende del tipo específico utilizado. Expertas de reconocidas marcas como Advanced Nutrition Programme, Byoode y Perricone MD subrayan la importancia de seleccionar el derivado adecuado según las necesidades de la piel.
Raquel González, cosmetóloga y fundadora de Byoode, enfatiza que, aunque la vitamina C es vital, elegir la forma correcta es esencial para obtener resultados óptimos. Cada tipo tiene su propio propósito y personalidad, dirigido a preocupaciones específicas de la piel.
El uso de vitamina C pura es limitado debido a su potencial irritante y rápida oxidación. Por este motivo, los derivados estables son preferidos. Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8, destaca que todas las formas son antioxidantes, favorecen la síntesis de colágeno y mejoran la luminosidad, pero tienen especializaciones diferentes.
Para abordar arrugas y firmeza, el Tetraexyldecyl Ascorbato, conocido como vitamina C Ester, es el más efectivo. Mireia Fernández de Perricone MD resalta su capacidad para penetrar en la piel y actuar a nivel celular, ideal para reducir arrugas.
En lo que respecta a manchas, el ácido ascórbico etilado es el más eficaz. Patricia Garín de Boutijour explica que este derivado actúa como despigmentante, al igual que el ácido kójico, reduciendo la melanina y mejorando la iluminación de la piel.
Las pieles sensibles o con reacciones adversas tienen alternativas como el Magnesium Ascorbyl Phosphate o el Ascorbyl Glucoside, que son calmantes y seborreguladores, según explica González.
Entre los productos destacados están C-Tetra Advanced de Medik8, que ofrece luminosidad sin irritar, y el Photo-Brightening Moisturizer de Perricone MD, que unifica el tono y protege del sol. Para combatir manchas, Super C Ferulic de Medik8 y CCC + Ferulic Brightening Complex de Perricone MD son altamente recomendados. Byoode propone Brightening Sprouts Ecstasy para pieles sensibles.
La versatilidad de la vitamina C es innegable, pero su efectividad radica en elegir el tipo adecuado para cada caso, asegurando así los mejores resultados posibles.
