Después de cinco años en pausa, la Escuela Municipal de Idiomas de Galapagar ha reabierto sus puertas.
Durante un acto emotivo celebrado el 31 de mayo, la comunidad rindió homenaje a Rafael Crespo, un vecino amado que se ha señalado como alguien que «ha dejado huella y sacrificó su tiempo por ayudarnos siempre a todos». En reconocimiento de su contribución a la comunidad, las autoridades locales han adornado a Crespo, post mortem, como Hijo Predilecto de Galapagar. La ceremonia de entrega se llevó a cabo en una fecha particularmente importante para Crespo, el jueves de Corpus Christi.
La alcaldesa de Galapagar, Carla Greciano, destacó en su discurso el valor de tener personas como Crespo en la comunidad, específicamente en estos tiempos de egoísmos y conflictos. Ella personalizó a Crespo como un ejemplo de generosidad y dedicación al servicio de los demás.
Greciano expresó sus esperanzas de que Crespo no fuera olvidado y su vida fuera recordada como un testamento de sacrificio y amor por su comunidad. Sus comentarios subrayaron que Crespo había renunciado a sus deseos personales y había sacrificado el tiempo con su familia por su comunidad a la que tanto amaba.
Rafael Crespo Fragua fue un miembro líder de la Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo de las Mercedes, la asociación religiosa más antigua de la ciudad. Participó activamente en la vida comunitaria y cultural y fue uno de los impulsores principales de la celebración de la Romería en honor a Nuestra Señora de los Desamparados.
Su legado incluye el haber honrado a los ancianos con una comida anual, la creación del Belén Viviente de Galapagar, así como la exposición y aula etnográfica del V Centenario de Galapagar. Dedico muchos años a la confección y al diseño del Belén del Ayuntamiento de Galapagar y mostró una absoluta disposición para colaborar con todas las instituciones municipales.
vía: Ayuntamiento de Galapagar.