Las celebraciones navideñas cada año suponen un desafío considerable para el bienestar de la población. En medio de comidas abundantes, compromisos sociales y una notable reducción de la actividad física, el incremento de peso y la adopción de hábitos poco saludables se vuelven casi inevitables. En este contexto, Quirónprevención, empresa líder en la prevención de la salud, subraya la importancia de abordar estas fechas con un enfoque responsable y preventivo, promoviendo un equilibrio que permita disfrutar sin excesos ni consecuencias negativas para la salud.
Estudios recientes revelan que durante el periodo navideño, es común que las personas aumenten entre dos y tres kilos en tan solo unas semanas. Este aumento de peso no obedece solamente a una mayor ingesta calórica, que en ocasiones se duplica durante los festivos, sino también a la alteración de rutinas, al sedentarismo y al incremento de comidas y cenas fuera de casa. Quirónprevención alerta de que el problema no radica en los excesos puntuales, sino en la acumulación de pequeños desequilibrios que, si se mantienen en el tiempo, pueden impactar negativamente en el organismo.
Para evitar iniciar el nuevo año con dietas restrictivas y medidas drásticas, la compañía insiste en la importancia de mantener hábitos saludables durante las festividades. La clave no está en renunciar a las celebraciones, sino en gestionarlas de manera consciente.
Un aspecto fundamental es respetar las comidas diarias. Saltarse comidas con la idea de «compensar» una ingesta abundante suele ser contraproducente, ya que el ayuno prolongado suele causar ansiedad, lo que lleva a consumir más alimentos de los necesarios, generalmente altos en calorías. Los expertos de Quirónprevención sugieren mantener una distribución regular de las comidas a lo largo del día, incluso en fechas señaladas, optando por preparaciones más ligeras en otras ingestas, con un enfoque en frutas, verduras y alimentos ricos en fibra.
La forma de comer también juega un papel crucial. Comer despacio, masticar bien y saborear los alimentos facilita la digestión y ayuda a que el organismo reconozca más rápidamente la sensación de saciedad. Las comidas y cenas navideñas, que suelen ser largas y compartidas con familiares y amigos, representan una oportunidad ideal para disfrutar de la conversación y reducir el ritmo de ingesta, evitando así excederse.
La hidratación es otro pilar fundamental. Beber agua de forma regular a lo largo del día contribuye a una mejor digestión y ayuda a regular la cantidad de alimentos ingeridos. Durante las comidas, se recomienda una hidratación moderada para prevenir molestias digestivas. Además, Quirónprevención aconseja limitar el consumo de alcohol; aunque brindar es tradicional, el alcohol contiene calorías vacías, carece de valor nutricional y puede tener efectos negativos para la salud cuando se consume en exceso.
En cuanto a los menús navideños, es posible crear platos atractivos y festivos sin recurrir a preparaciones excesivamente grasas. Entrantes ligeros, primeros platos a base de caldos o cremas, y segundos al horno, ya sean de carne o pescado, permiten disfrutar de la gastronomía navideña con menor impacto calórico. En el apartado de los postres, uno de los más problemáticos de estas fechas, elegir fruta o alternativas más ligeras puede ayudar a equilibrar el conjunto del menú sin renunciar al toque dulce característico de las celebraciones.
Más allá de la alimentación, la actividad física sigue siendo crucial para mantener la salud durante la Navidad. A pesar de la apretada agenda social, Quirónprevención anima a no abandonar el ejercicio por completo. Incorporar pequeños gestos diarios, como desplazarse a pie, subir escaleras o aprovechar momentos libres para moverse, ayuda a contrarrestar el aumento del sedentarismo típico de este periodo.
Desde la compañía aseguran que prevenir no entiende de calendarios y que cuidar la salud durante las fiestas es una inversión a medio y largo plazo. Adoptar un enfoque equilibrado, mantener rutinas básicas y ser consciente de lo que se ingiere permite disfrutar de la Navidad sin comprometer el bienestar físico. En definitiva, seguir este camino facilita comenzar el nuevo año con mejores sensaciones, evitando medidas extremas para recuperar hábitos saludables.
