Los expertos en Psicología de Quironprevención, empresa líder en prevención de riesgos laborales, comparten sus recomendaciones para abordar con eficacia los desafíos cotidianos derivados de los conflictos. Estas situaciones, inevitables y presentes en todos los ámbitos de la vida, desde el trabajo hasta las relaciones personales, surgen cuando existen diferencias en opiniones, intereses o necesidades. A pesar de su connotación negativa, los conflictos bien gestionados pueden representar una oportunidad para el crecimiento y el cambio.
Una gestión eficaz de conflictos es crucial para mitigar su impacto negativo. Desde la tensión emocional hasta la pérdida de productividad laboral, la capacidad de manejar desacuerdos puede significar la diferencia entre una solución productiva y un agravamiento del problema. Así lo subrayan los especialistas de Quironprevención, quienes consideran vital seguir una serie de pasos para una resolución exitosa.
Uno de los errores más comunes es abordar el conflicto en el momento inadecuado. Elegir el instante oportuno no solo facilita la comunicación, sino que también crea un ambiente de confianza y comprensión. Es fundamental disponer de un espacio privado donde las partes implicadas puedan expresarse sin interrupciones, abordando las diferencias con la calma necesaria.
Los conflictos suelen provocar respuestas emocionales intensas, dificultando el diálogo constructivo. Quironprevención destaca la importancia de dar tiempo, y si es necesario, retrasar la conversación para que ambas partes puedan interactuar desde un estado emocional más calmado y proclive al entendimiento.
Redefinir objetivos es otro aspecto crucial. Pensar que el objetivo de un conflicto es tener la razón puede intensificar el desacuerdo. Enfocarse en encontrar una solución beneficiosa para ambas partes permite pasar de la competición a la colaboración, flexibilizando opiniones y encontrando puntos en común. La escucha activa juega un papel esencial en este proceso.
Para evitar malentendidos, se deben utilizar mensajes que expresen percepciones sin culpar a la otra parte. Frases como ‘siento que…’, ‘me parece que…’ o ‘creo que…’ facilitan una discusión basada en vivencias personales en lugar de ataques, lo que permite aclarar posturas y evitar la escalada del conflicto.
La comunicación clara y explícita es vital. No solo se debe expresar el problema, sino también los objetivos y las razones detrás de las preocupaciones. Explicar por qué una solución es importante y cómo puede beneficiar a las partes implicadas, ayuda a comprender mejor la perspectiva del otro. Al final de la conversación, es útil preguntar cómo la otra persona percibe lo que se ha dicho para evitar malentendidos.
Las recomendaciones de los expertos de Quironprevención buscan que los conflictos se transformen en oportunidades de crecimiento y mejora, tanto en el ámbito laboral como personal, promoviendo un ambiente de entendimiento y colaboración.