La piscina cubierta de Galapagar, que había estado cerrada durante dos años debido a una maquinaria anticuada e insalubre, está ahora al borde de una nueva etapa. Tras un intensivo proceso de renovación que incluyó la sustitución de todas las calderas y la instalación de una nueva deshumectadora, se espera que se complete este mes de agosto los últimos retoques, permitiendo así la apertura al público con el próximo curso escolar en septiembre.
Se destaca el impresionante cambio que se ha producido en la sala de caldera, un lugar que solía estar lleno de tuberías oxidadas y reparadas con cinta aislante, y que ahora cuenta con calderas completamente nuevas, tuberías restauradas y una maquina deshumectadora preparada para entrar en acción.
El concejal de Deportes, José Ángel Moreno, comentó su conmoción inicial al descubrir «instalaciones abandonadas con una maquinaria parada, oxidada y cuya puesta en funcionamiento supondría un grave riesgo». Desde entonces, se ha trabajado incansablemente para desmantelar la vieja maquinaria, instalar el nuevo equipo de deshumectación, ponerlo en marcha de manera definitiva y contratar a la compañía que se hará cargo de su operación.
Agosto será crucial para terminar con los detalles pendientes. Se está trabajando intensamente para impermeabilizar la terraza del piso de arriba, que posteriormente albergará la maquinaria del gimnasio, además de instalar el sistema contra incendios y llevar a cabo una limpieza integral de las instalaciones. Una vez finalizadas todas estas mejoras, la piscina cubierta estará lista para recibir a los vecinos que anhelan su apertura tanto por motivos de ocio como de salud.
El próximo paso será la apertura de inscripciones para obtener el bono anual. Esta opción estará disponible a través de la web, que se lanzará próximamente.
vía: Ayuntamiento de Galapagar.