En Polinyà, Barcelona, un nuevo espacio refrigerado ha comenzado a operar bajo la dirección de Directia, el área responsable de soluciones logísticas de Mediapost. Este centro se centra en la preservación de productos alimentarios y otros artículos sensibles a variaciones térmicas, garantizando un entorno de conservación controlado entre los 16 y 20 grados. La apertura de esta instalación apunta directamente a salvaguardar la calidad y seguridad de los productos, especialmente importante en la inminente temporada navideña, donde los tradicionales dulces como turrones y chocolates cobran gran protagonismo.
La logística de temperatura controlada se afirma como un componente clave para asegurar que la cadena de frío se mantenga desde la fase de producción hasta la llegada al consumidor. Este enfoque no solo contribuye a mantener la excelencia en calidad, sino que también ofrece la ventaja de mitigar desperdicios y prevenir pérdidas económicas asociadas a productos mal gestionados. David Arteaga, quien lidera Directia en Mediapost, subraya que la nueva instalación está diseñada para abordar las necesidades de sectores como el alimentario y el cosmético, asegurando que los productos alcanzan los puntos de venta en óptimas condiciones.
El sistema implementado trae consigo una serie de beneficios transcendentales. Estos incluyen la preservación de la calidad del producto, la reducción en el desperdicio y un notable incremento en la seguridad alimentaria. Además, el espacio refrigerado facilita que la logística se adapte a las demandas específicas de cada tipo de producto, lo que no solo aumenta su vida en estantería sino que también asegura el cumplimiento con normativas rigurosas, reforzando así la confianza del consumidor final.
Esta innovadora estrategia va más allá de mejorar la cadena de suministro, asegurando la satisfacción y tranquilidad del cliente. Directia se establece así como un aliado indispensable para aquellas empresas que manejan productos sensibles a la temperatura. La logística a temperatura controlada se redefine como una herramienta esencial para resguardar la calidad de los productos desde su origen hasta el destino final.