El arte es una vela encendida en la noche
Había una vez un mundo hecho de cemento, acero y carne dormida. Un mundo sin magia, sin dragones, sin hogueras encendidas en el corazón de los hombres. Era un mundo que caminaba, sí, que corría y fabricaba y encendía luces eléctricas, pero que había olvidado cómo encender las otras: las del alma. Y entonces, una mujer se detuvo en medio



